La historia de las gorras de béisbol, como tantos otros fenómenos revolucionarios en el mundo, tiene su origen en Estados Unidos. Tal es la influencia que este complemento ha tenido sobre el país que podría decirse incluso que es uno de los iconos nacionales de la cultura estadounidense.
Alrededor del año 1800 nacieron los primeros equipos de beisbol en Estados Unidos, y en 1876 se creó la Liga Nacional para regularizar el deporte. En las normas sobre la vestimenta que los jugadores debían, o no, llevar al campo de juego, no se hablaba del uso de un gorro estandarizado, por lo que cada equipo tenía plena libertad de usar el sombrero que mejor se ajustase a sus necesidades y el que mejor les protegiese del sol. En general, los jugadores solían optar por sombreros de paja o de estilo pillbox.
Muchos de ellos preferían los sombreros de paja estilo canotier o los de estilo. Tal es la variedad de sombreros, gorros y gorras que los jugadores comenzaron a usar, que se han recogido en La Guía Oficial del Béisbol de Spalding de 1888